Aprovechando que es Viernes Santo, he preparado una receta tradicional y deliciosa: buñuelos de bacalo.
Aunque pueda parecer complicada, no lo es. Es fácil de preparar y tampoco lleva demasiado tiempo, y el resultado es absolutamente espectacular.
Como sigue estando disponible, he utilizado uno de mis pescados favoritos: bacalao Skrei (información sobre bacalao Skrei), pero se puede hacer con bacalao desalado o incluso con cualquier otro pescado blanco.
Ingredientes para 4 personas:
- 400 gramos de bacalao Skrei
- 300 gramos de harina
- 2 huevos y la yema de otro
- 10 gramos de levadura
- 1 cebolleta
- 1 diente de ajo
- 1/2 litro de aceite de oliva
- Sal
- Perejil picado
- 25 cl. de agua
Lo primero de todo es confitar el bacalao, aunque si usamos bacalao desalado, este paso lo podemos evitar. Para confitarlo, únicamente deberemos poner en una cazuela medio litro de aceite de oliva, calentarlo a una temperatura constante de entre 60º y 70º y sumergir el bacalao en él durante 20 o 25 minutos si los trozos son muy gruesos.
De esta forma conseguimos un sabor muy especial y además, la textura será tan suave que se deshará entre nuestros dedos y no tendremos que picarlo para agregarlo a la masa de los buñuelos.
Picamos muy fina la cebolleta y el ajo hasta conseguir un puré, y lo rehogamos con un poco de aceite y una pizca de sal hasta que la cebolleta se ponga completamente transparente, unos 10-12 minutos a fuego medio.
Para la masa, en un bol mezclamos con unas varillas 300 gramos de harina, 2 huevos y la yema de otro, 10 gramos de levadura, sal al gusto y 25cl de agua. Después agregamos el bacalao desmenuzado y el puré de ajo y cebolleta. Seguimos mezclando y al final echamos el perejil picado.
Ponemos el aceite a calentar. Si lo hemos utilizado para confitar previamente el bacalao, es recomendable filtrarlo y quitarle el jugo que ha soltado el pescado.
Para elaborar los buñuelos, es recomendable utilizar dos cucharas. Con una cogemos la masa y con la otra le damos forma y nos ayudamos para introducirla en el aceite.
Primero es mejor hacer una prueba para saber si tenemos el aceite a la temperatura correcta. Para ello introducimos una porción de masa y ésta deberá hundirse, y enseguida subir hasta quedar flotando. Podemos probar nuestro primer buñuelo, para comprobar que la sal es correcta y luego no llevarnos una sorpresa.
Ya sólo nos queda ir añadiendo uno a uno nuestros buñuelos al aceite, dejarlos que se doren y sacarlos a una fuente o plato con papel absorbente.
Se pueden servir solos o acompañados de una salsa como mahonesa, salsa de tomate o si nos apetece, un poco de miel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario